Taller de Escultura en el Instituto Calera de Tango

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El curso, actualmente cuenta con 8 inscritos, serán 12 en total.

Es un curso de iniciación, donde comenzaremos con dos estudios de cabeza en arcilla, uno pasará por proceso de moldaje, molde perdido para traspasarlo a yeso, y el otro, por el proceso de ahuecado y cocción, para ser tratado como terracota.

Luego vendrán ejercicios libres, de acuerdo al estado de avance y necesidades personales de cada estudiante usando la experiencia técnica adquirida.

Ademas de visualización de aspectos técnicos, revistaremos en cada clase, las razones del oficio, la poética que envuelve la escultura desde hace 30 o 40 mil años de historia, cuando el primer mono hombre puso 3 piedras sobre su muerto, o 3 piedras para marcar un camino, en ese sencillo acto lo que está haciendo es «inmovilizar empeños humanos a través de la materia», y desde alli comprender la función que ha tenido en la tribu, acompañando al genero humano hasta nuestros días.

También visitaremos la historia de la escultura chilena, para volver a posicionar las grandes preguntas sobre identidad que se generan en la década del 40, los avances, los hitos, las luces, las sombras que acompañan al oficio y de que forma se vincula con la historia grande, que se pensaba en los talleres, las obras que fueron apareciendo en el espacio público y de que forma hoy nos siguen regalando un horizonte de existencia hablando desde el mutismo del silencio.

La primera clase fue introductoria, presentación del curso, de las ideas a desarrollar, las formas; presentación personal por medio de la obra que he ido desarrollando con los años de oficio, mostrando las infinitas posibilidades que da el lenguaje escultórico por medio de la comunicación a través de la materia, interpelando a las preguntas que uno va acumulando en la vida que de algún modo, permiten interpelar al ser humano que habita dentro de ellos mismos, orientados por los consejos del poeta Rainer María Rilke, con una de sus cartas al señor Kapus, en medio del libro «Cartas a un joven poeta», donde aconseja a este joven que quiere adentrar su vida en el arte.

Los asistentes, son estudiantes de séptimo básico a cuarto medio, la mayoría en riesgo social importante, donde el arte, puede sumar mucho a su vida y contribuir a que levanten un moco la mirada y se regalen a si mismos nuevas herramientas para vivir, relacionarse y comunicarse.